lunes, 8 de septiembre de 2014

Un espejo y obsesiones

Hipocresía.



¿Cual es la forma correcta de formarse una personalidad? ¿de ser alguien autentico y propio?

¿Imitar, tomar como ejemplo, aprender y guiarse en base a otros, ser completamente original?

¿Es posible ser único? ¿Es realmente posible nacer sin absorber?

El mundo es tan humano. Tan ridículo. Tan impresionante y aburrido.


Me gusta meditar sobre mi propia personalidad. Durante mis dos décadas fui cambiando mucho. Superficial y objetivamente. Fui queriendo cosas y dejando de lado otras. Fui conociendo personas que me llamaron la atención, otras que solamente me cayeron bien, otras que no me causaron ninguna impresión, otras que no me importan en lo absoluto y otras que me importan pero de forma negativa.

Mi familia: las primeras personas de mi mundo. Sin contar médicos y otros. Los quise. Los quiero. Los odio. No los soporto. Los perdono. 

Cosas negativas y cosas positivas. Tras muchos años, decidí ir en contra de mucho de lo que ellos me enseñaron. Y creo aun que es buen plan. Porque deseo ser persona de bien. Quise ser mala persona. porque aprendí que el mundo es mas cordial con el malvado que con el amable, pero mis intentos fueron fracaso. Tampoco soy buena persona, tan solo soy un humilde joven en formación. Creo que voy a estar formándome a mi mismo toda mi vida. No se si alguna vez estaré terminado.

Leer. Ver. Observar. Cada persona tiene manías y costumbres únicas. Incluso los que imitan son únicos por la condición de imitar. No todos imitan de la misma forma. 

Hace poco me di cuenta que a algunas personas que me causaban impresión o algo parecido a eso, yo intentaba inconscientemente robar sus personalidades, y luego tratar de que el mundo los deseche para que yo pueda tomar su lugar. Imitar y luego superar. Extraña manía.

Luego venia el periodo de adaptación. El tiempo en el que lo que es de otro se transforma en algo muy propio de uno. Completamente único y propio, diferente al que imitamos, y diferente al que nos imitará.

Somos una fabrica que produce artesanalmente nuestra percepción. Dios nos hizo incapaces de percibir el mundo de otra forma que no sea la propia forma de percibir. No se puede percibir de manera distinta a la de uno. Dos personas no ven el mundo igual, ni jamas pasará. Creo yo.

En fin, muchas cosas que pensar y de seguro me olvidaré y jamas halle respuestas exactas e indebatibles. Así que me seguiré preguntando sobre estas cuestiones... toda mi vida. 
 


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