domingo, 16 de noviembre de 2014

Un viajero

Amigo del silencio,
no aquel amargo,
sino del cómodo y amable.
Un silencio enamorado.

Porque de palabras viejas
ya es innecesario.
Mas amarte y contemplarte
con mis ojos callados,
son la dulce melodía
de esta romántica composición.

Tardes de octubre,
con lluvia y una primavera
que en clima es impredecible.
Lejos de las vías tan cercanas,
aquel tren que me acerca a sus brazos.

Vivo hoy como un viajero,
en dos casas separadas,
por kilómetros de metros.

Una lejanía me apasiona,
a viajar todos los días.

Porque allí esta el amor
de mis caricias.
El corazón que late
hoy por la tez morena
de mi suave pareja.

La amo a pesar
de las estrellas
que nos desafían
a estar lejos
por algunas horas

Mi Ambición

Pimienta y algarrobo.
Ligeramente ácido
es mi parecer.
soy como un amanecer
nublado
que se muere por
brillar.

Ansío ser algo.
No por el mundo.
No por nadie en particular.
No es realmente lo que otros vallan a ver.
Aunque un poco me ha de importar.

Quiero ver yo mismo
algo que me haga satisfacer.
Algo que mi propio critico
quisiera alabar.

Se que no es lo mejor.
Lo se, no puedo ignorar lo que se.
Hago de este confuso capitulo
un poema para mi mismo.
No es para ser algo mas.
No es para ser leído.

Y le pido perdón a Dios.
Pero que sepa Dios que el me
dio algo en lo que caminar.

Me ha dado un pie, y un brazo.
Y mi espalda esta asegurada.
Yo tengo que dar el paso, y arriesgar.

Como repito, no para el mundo,
y no es que intente convencerme o mentirme.


Quiero Mejorar.
No llorando por lo que aun no he de lograr,
sino que emocionándome con cada paso
pero sabiendo convenientemente cuando sera
aquel día que logre ser aquello que Dios y yo sabemos
que yo puedo ser. Me vine negando a mi
propia capacidad. Soy mas. Puedo mas.

Puedo MUCHO mas.
Lo tengo que intentar,
y sin flaquear.
Y sin distraer.

Tengo que poder.
He de poder.
Me han dado lugar.
Y tengo las palabras.

Solo tengo que buscar en mi cabeza
las rimas mas perfectas
que den a mi corazón
un romance del que yo pueda
orgullosamente mostrar... a Dios.


Quiero escribir solamente para Dios,
porque el mundo jamas va a ser lo suficiente para mi.
Jamas.

Soy ambicioso.
Ese es el hombre que soy.